“Si haces lo que te gusta, no tendrás que trabajar ni un solo día de tu vida”
Todos hemos escuchado alguna vez esta frase, pero ¿cómo convertir realmente nuestro trabajo, al que dedicamos por lo general 8 horas al día, un lugar donde sentirnos felices y realizados? Es decir, ¿cómo hacer de tu pasión tu forma de vida?
¿Te suena posible? Ese estado de entrega total se conoce como Estado de Flujo, Flow.La teoría del flujo fue desarrollada por el psicólogo Mihaly Csikszentmihalyi, que define el estado del flujo como “un estado en el que uno se siente completamente absorto en una actividad que proporciona placer y disfrute”. Este estado se ha convertido actualmente en el objetivo final de la mayoría de las personas, teniendo como guía la Teoría del Flujo.
Como explica el autor, ese estado de flujo es un estado de experiencia óptima donde la sumersión en la propia tarea, de atención y conciencia son plenas.
“El hecho de sentirse completamente comprometido con la actividad por sí misma. El ego desaparece. El tiempo vuela. Toda acción, movimiento o pensamiento surgen inevitablemente de la acción, del movimiento y del pensamiento previos, es como si estuviéramos tocando jazz. Todo tu ser está allí, y estás aplicando tus facultades al máximo”
Este psicólogo, resalta la importancia de la relación entre el nivel de desafío que supone la tarea para el sujeto con la propia habilidad del mismo. En el siguiente gráfico podemos ver las condiciones óptimas para conseguir entrar en el “estado de flujo”.
Las características de la experiencia óptima o estado del flujo son:
1. Desafío que exige emplear habilidades. El disfrute se produce cuando los desafíos y las habilidades personales están en equilibrio.
2. Concentración y enfoque. La atención está completamente dirigida y focalizada a la actividad que se realiza.
3. Metas definidas. Hay que ser conscientes de las metas o propósitos finales sin perderlos de vista en ningún momento.
4. Retroalimentación directa e inmediata. Es importante sentir que la tarea o actividad realizada se está haciendo bien en cada momento.
5. Exclusión de otras informaciones. En los momentos de flujo la atención es plena, no dejando lugar a ninguna otra información irrelevante para lo que se esté haciendo.
6. Sentimiento de control. Tener la sensación de tener el control sobre la situación o actividad, generando cierta entropía.
7. Disolución del ego. En este tipo de situaciones se produce una pérdida del sentimiento de autoconciencia, sobrepasando el propio yo.
8. Distorsión del sentido del tiempo. Perder la noción del tiempo. Estar tan sumergido en la propia tarea, que el no se percibe el tiempo transcurrido.

¿Has sentido alguna vez esa sensación?. ¿Has estado en el estado de flujo?. Y, ¿te has sumergido en ese estado en el trabajo?
En Pallardó, consideramos que los espacios de trabajo deben influir en el trabajo diario de las personas que forman parte de la empresa, más allá de la comodidad y la estética. Además, nuestro objetivo último que buscamos con el diseño y suministros de mobiliario es favorecer el crecimiento estretégico a través de los espacios de trabajo, y por consiguiente fomentar que las personas sean más productivas, más eficientes, esten más agusto y felices en estos espacios, es decir que las personas fluyan.
Y tú, ¿crees que los espacios de trabajo influyen a la hora de que las personas fluyan?